sábado, 26 de febrero de 2011

Sombra...


Camino cansado, como si a medida que me acerco, los pesos del mundo entero se agarraran a mis piernas, a mis brazos, a mi alma e impidieran que dé ni un paso más. Intento reunir la fuerza necesaria para seguir caminando con todo ese lastre, ni por un momento pienso deshacerme de mis cargas, como si por una extraña razón sintiera que debo cumplir penitencia. Camino hasta arrastrando las entrañas cuando lo veo a lo lejos, ahí esta, el espejo del mundo. Cuentan leyendas extrañas sobre él, gente que se volvió loca mirándose, gente que no pudo con lo que vio y se quito la vida; nada temo, poco tengo que perder ya, mi existencia se apago hace tiempo.

Camino con la mirada baja hacia mi destino sabiendo que este es el punto en el que todo cambia, un punto de no retorno que decidirá si aquí y ahora se apaga todo . Respiro… tan profundamente que lo hago con todo el cuerpo por miedo que sea el último aliento. Levanto la mirada lentamente y ahí estoy…. ¿Quién soy? Me pregunto anonadado… ¿Qué soy? Digo mientras que algo dentro de mi se agita. Me quedo en silencio momentos que me parecen eternos, mirando a la sombra que se cierne ante mi, veo mis ojos bajo todo ese cuerpo inerte y oscuro. ¿De verdad soy eso? Me digo lamentándome, ¿soy eso? Termino gritando… que coño soy??? Mientras que mis ojos luchan por aguantar las lagrimas. Ese cuerpo negro, sin vida, con alas que parecen de acero, ese sirueta triste, apagada, y mis ojos?? Se esconden tras todo eso sin el mas brillo, con un pequeño atisbo de color que me recuerda lo que fui… pero tan pequeño?? O será mi ilusión que se lo imagina???... sigo mirándome sin comprender nada, en que momento dejé de ser yo, cuando fue el principio de ese declive que no pude ni verlo venir cuando todo ya estaba perdido?. Es el fin… me susurro a mi mismo. Mi cuerpo se ablanda y mis lagrimales se desbordan. Yo quería ser libre, pensé, quería volar alto y lejos, y no me di cuenta que esas alas que cree para ello no hacían más que anclarme a la tierra, cada una de las veces que quise escapar aumentaba aun mas el peso de mi existencia, cada una de las veces que dejé pasar la vida por delante de mis narices se iba agarrando aún más estas alas inservibles a mi espalda, a mi columna, hasta que olvide por completo que no eran parte de mi. No nací con ellas, me dije… yo ya nací libre y sin alas, que ciego estaba. Y se sorprendió llorando, cuando pensaba que era incapaz de ello, sonrió irónicamente como diciéndose “a buenas horas”. Pero cuando levanto la cabeza para volver a verse en el cruel espejo, vio como tras sus ojos algo ocurría. Se acerco lo que mas pudo para verlo, en sus pupilas, algo se agitaba. “Lucha” dijo, y se preguntó porque había dicho eso. “Lucha!!! Todavía no es tarde!!, y su cuerpo se estremeció. Soy capaz de sentir, se dijo… siento!!!. Lucha!!! Lucha!!! Y sintió su corazón bombeando fervientemente, Lucha!!! Se dijo desde sus entrañas, lucha!! Y se fueron agrietando las sombras de la cara, cerro los ojos con fuerza sintiendo sus adentros, sintiendo cada aliento de vida que peleaba por salir en su cuerpo, dándole fuerzas para que lo hicieran y rompieran esa triste coraza que le había acompañado toda la vida. Lucha!!! Lucha!!! Gritó abriendo los ojos, y su cuerpo se iba agrietando centímetro a centímetro dejando entrever debajo de él algo totalmente distinto. Lucha!!! Gritó de nuevo mientras que golpeaba el espejo con todas sus fuerzas.. y todo callo en pedazos, todo lo que todos estos años fue su cuerpo fue callendo uno a uno, se desprendió todo de él hasta solo dejar una piel cristalina y sensible que no se acordaba ni de la suave caricia de la brisa. Se estremeció. Soy yo de nuevo… y se alejo con paso firme, dejando tirado junto a sus alas, unos sueños que no hicieron más que encadenarlo toda la vida.