He pensado mucho este fin de semana... sobre la escalada, sobre la vida, y sobre la belleza de las mismas, y tras mucho meditar, he llegado a la conclusión que lo mejor de la vía que te haces, eres tú mismo. Las conversaciones, dejan de ser discusiones contigo mismo, el ego es enterrado por lo que realmente importa, y dejas de lado el “y si me caigo, y si no llego, y si me resbalo”... y si.. los “y si” no valen para nada más q para alejarte de ti. Cuando lo consigues, es increíble, la mente se queda en blanco y solo va visualizando lo que tiene delante, es solo un filtro para que tu cuerpo haga lo que tiene que hacer, sin miedo, sin cansancio, sin ti, tu eres solo paso, una red por la que pasan las sensaciones, solo atraviesan, sin llegar a dejar nada salvo un pequeño sabor a algo indescriptible que solo te provoca una sonrisa. Es increíble la sensación de vivir unos instantes sin ser algo impenetrable, sino formar parte de todo, sentir que todo fluye a tu alrededor, y hasta dentro de ti. Es impresionante no sentirte un muro, como si el mundo se hubiera ampliado millones de veces y viéramos los átomos que realmente nos separa de nosotros mismos, y ser capaces de atravesarlos, poder meter los dedos en nuestras entrañas y ver que en realidad no son nada, tienen los mismos componentes que el resto del universo.
Soy consciente que lo q acabo de escribir no es fácil de entender, pero para quien lo haga, entenderá la magnitud de la vía de este sábado (espolón de peña sirio), y para quien no, es una vía altamente recomendable. Me hice 3 largos de primero de los 4 q tiene... y para mi eso ha sido una experiencia increíble, que no me la habría imaginado, por cierto. El martes-miércoles escribiré la crónica ñoña y menos trascendental del finde, q os tengo muy mal acostumbrados :-p me lo pasé genial, la gente, como siempre... Inmejorable.
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