Cima de la MasViciosa... digo.. La Maliciosa...

-Yo hago lo que tú me digas.. vamos donde quieras...

Creo que esa frase se la pensara dos veces antes de volver a decírmela, una tarde mire a la maliciosa... y pensé... ese es mi objetivo.. pero al lado.. vi unas crestas hermosísimas que iban a parar alli y me dice... tiene que ser bonito... y ahí empezó mi primera experiencia pateadora de verdad, y termine inventándome la ruta... Ermita de san isidro---torreta de los porrones--- peña blanca--- cancho de las porras--- cancho porron--- Maliciosa baja---- y la grandísima Maliciosa.

A veces... y últimamente muchísimo más, la combinación de montaña, rocas, y grandes personas es la mejor experiencia de mi día a día. Y esté, fue un gran día, si señor, risas, conversaciones trascendentales, bonitas palabras, unas montañas impresionantes, dolor de piernas, de rodillas, de pulmones, y muchas horas... de pateo terrorífico jejeje.

En el primer tramo de nuestra expedición, nos adentramos en una selva casi virgen, donde luchábamos constantemente con plantas carnívoras que ansiosas se relamían al oler nuestra presencia, pero yo, como experta en plantas, encabezaba la mini expedición, y con un machete enorme, iba rebanando cabezas si piedad a medida que se nos acercaban rabiosas, pero mientras yo luchaba incesante, en la cola de la expedición, Jaime, se debatía entre la vida o la muerte, ya que unos espinos sedientos de sangre se intentaban apoderar de mi compañero, pero él, como buen guerrero, se libero de sus garras destrozándose la piel, ¡¡¡No, sin mi mochila!!! (como pocholo) Gritaba mientras arrancaba los espinos que le atrapaban, y tras salir corriendo, y pensando que jamás saldríamos de esa selva, llegamos a nuestra primera cima, y pudimos respirar tranquilos...


Nos perdimos en peña blanca, el laberinto inmenso de piedra, precipicios que nos obligaban a volver sobre nuestros pasos, vueltas en círculos constantes, buitres merodeando sobre nuestras cabezas esperando nuestra rendición, y nosotros agotados, arañados y sangrando seguíamos intentando encontrar el camino, esta vez fue Jaime, mi nuevo compañero de andanzas, quien nos saco del atolladero, y sin incidencia alguna, salvo los interminables metros zigzagueantes, pasamos sin problemas por las impresionantes crestas de los canchos de las porras, y del porrón.



Y ahí nos encontramos... frente a la miniMaliciosa, que nos dejaba entrever las garras afiladas de su hermana mayor, las dos, expectantes, ante nuestro pequeñísimo tamaño, se reían de nosotros, sus carcajadas sonoras se oían en todo el valle. Nosotros, sonreímos, y juntos miramos hacia nuestras próximas victimas, no podrán con nosotros, pero mejor recuperar fuerzas antes de enfrentarse a ellas... asiq... a comer!!!!! :-))))))


Preparado para la batalla?????? Con pinturas de guerra, y con el estomago medianamente lleno, nos preparamos para la invasión, primero la pequeñita... y después, a por la grande!!!! Y subimos... subimos... y subimos... y cuando menos lo esperábamos, ya estábamos arriba de la pequeña... Ni para un diente!!!! Le gritamos a la miniMali, y ella, callada, sonreía, y nosotros, no sabíamos por que... descansamos un poco, porque frente a nosotros, rugía rabiosa la negra fiera asilvestrada. No dejes que te asuste su aspecto, me repetía hacia mis adentros, No vas a poder conmigo!!!!!! Le grité, subiré, y te montare!!!! Y jamás olvidaras que yo, Nell, de las tierras altas, te monto, hasta que caíste exhausta ante mis pies...


Reanudamos nuestro ultimo tramo de la expedición, Oh!!! Dios!!! mis pies... gritamos los dos al ver, que algo fallaba en nuestros cuerpos, las piernas nos temblaban, casi no se podían sostener en pie, entonces oímos reír a la MiniMaliciosa. ¿qué has hecho, bruja?!!!!! Le gritamos. ¿Que clase de magia es esta???? Todo esta perdido!! No nos podemos mover, me decía Jaime, con la cara desencajada, y ahora que hacemos??? . respira pekeña, respira, me repetía constantemente... piensa.. piensa... y entonces me acorde... gatee corriendo hasta la mochila, casi sin fuerzas, abrí a duras penas el compartimiento secreto y ahí estaba, me quedaba una... una alubia mágica!!!! Parti la mitad y le di una mitad a Jaime, y otra me la tome yo, y en cuestión de segundo, ya estábamos de pie, sonriendo y abrazándonos. Miramos a la gran fiera... sonreímos... y subimos... y aún con fuerzas renovadas, la muy..... nos hizo sudar de lo lindo, la densidad del oxigeno, la presión, hacia que mis pulmones pensaran que estallarían, pero no, los pequeños descansos para recuperar la respiración y evitar el mal de altura, hizo que poco a poco pudiéramos continuar. Mi cabeza me daba vueltas, y veía a mi compañero también altamente perjudicado; la fiera, engañaba nuestros sentidos, el sentido de las distancias nos lo atrofiaba, quedaba tanto por subir todavía... a punto, a puntito estuve de rendirme, a punto estuve de sentarme y dejarme fundir entre sus garras, a punto pero... seguí caminando casi a ciegas, agarrada a la más fiel esperanza, seguí caminando a trompicones, tropezando con mis miedos y mis temores, seguí andando cuando ya ni me quedaban fuerzas, hasta que cuando volví a abrir los ojos... ahí estaba... la cima!!!!!! Lo conseguimos!!!!! Y el subidon de adrenalina nos hizo despertar del letargo y saltamos de alegría... lo conseguimos!!!!

Fue una dura batalla.... pero vencimos!!!!!!



La próxima conquista????? Peñalara...


(si pinchais la imagen... se ve donde dejamos el coche... a tomar por saco.. por cierto... )



Horas: 8 y media, sin contar descansos
Kilómetros: 20 aproximadamente.
Desnivel: 1220m de desnivel.


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